La reacción de Apple ante la IA recuerda a la de Microsoft ante el primer iPhone
Antes de la WWDC 2025, Apple publicó un documento crítico sobre el desarrollo de la IA. El documento recordaba a la fase de negación; en lugar de liderar el camino, Apple parece decidida a poner de relieve las deficiencias de la IA. Mientras tanto, los competidores innovan a toda máquina, con o sin Apple.
También vimos una actitud conservadora en la WWDC 2025. La demostración de la traducción en directo pareció lenta y carente de innovación; una función que Samsung y Google llevan tiempo ofreciendo sin problemas. Las grandes innovaciones, como una Siri más personalizada, se han vuelto a retrasar hasta algún momento de 2026.
La competencia se acelera
Rivales como Google y Samsung sí muestran de lo que es capaz la IA. Gemini de Google ya está profundamente entretejida en Android, ofreciendo potentes funciones para vídeo, asistencia contextual y generación de contenidos en tiempo real. La sólida infraestructura de IA de Alphabet, con años de inversión y la integración de DeepMind, está dando sus frutos.

Samsung sabe cómo hacer que la IA sea práctica y utilizable. Funciones como Auto Trim, Instant Slo-Mo y Now Brief ayudan a los usuarios con la creación y programación de contenidos. Galaxy AI también funciona a través de aplicaciones y se siente integrado, algo que la visión de la IA de Apple apenas toca todavía.
Apple sigue apostando sobre seguro
Apple está optando deliberadamente por la IA en el dispositivo, haciendo hincapié en la privacidad y el control. Eso es encomiable, pero tiene un precio: los chips de la serie M son menos adecuados para modelos de IA más pesados, y la dependencia de Apple de socios como OpenAI y Anthropic demuestra que su estrategia en la nube está aún en pañales.

Los analistas también señalan la "deuda técnica" de Apple: una estructura de desarrollo lenta y un complejo código heredado limitan el peso de la empresa. Las características importantes siguen cambiando, lo que socava la confianza, tanto entre los consumidores como entre los desarrolladores.
Paralelo con Nokia
La situación recuerda a la de Nokia en 2011, que se aferró demasiado tiempo a Symbian e ignoró Android. Su cuota de mercado cayó en picado y en dos años Samsung le tomó el relevo. Por supuesto, Apple está hoy tecnológicamente más avanzada, con un ecosistema fuerte, pero también aquí el estancamiento amenaza en un momento crucial del mercado.
La revolución de la IA requiere visión, velocidad y audacia. El incrementalismo en este campo de juego no es una estrategia, sino un riesgo. Lo que Apple debería hacer es;
- Ampliación de la infraestructura en la nube: invertir fuertemente en sus propios centros de IA y clústeres de GPU
- Atrévete a ser audaz: apuesta por las asociaciones estratégicas y la interoperabilidad
- Liderazgo: ofrecer funciones de IA que realmente innoven y trabajen con plazos claros
Apple se encuentra en una encrucijada. La elección es clara: seguir con los patrones conocidos o unirse a la aceleración llamada IA. Al igual que Microsoft subestimó el impacto del iPhone en su momento, Apple parece estar reconociendo ahora tardíamente lo profundamente que la IA está cambiando nuestros dispositivos y formas de trabajar.
El tren de la IA está en marcha. La cuestión no es si Apple se subirá al tren, sino si quiere hacerlo ella misma o quedarse atrás.



